Electrólisis Percutánea Tisular (EPI)
La EPI® es un método novedoso y eficaz en el tratamiento de los tejidos blandos, como pueden ser:
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Tendinopatías crónicas (tendinitis-tendinosis rotuliana, aquilea, isquiotibiales, pubalgias, epicondilitis, supraespinoso-manguito rotador).
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Fascitis Plantar.
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Roturas Musculares.
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Esguince del ligamento lateral interno de la rodilla.
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Periostitis tibial.
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Síndrome del túnel del carpo.
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Síndrome del túnel del tarso.
¿Cómo se aplica el tratamiento?
La EPI® se aplica por fisioterapeutas expertos en la técnica con la ayuda del equipo de ecografía músculo-esquelética más avanzado del mercado, el cuál nos permite realizar un mejor diagnóstico, realizar la intervención sin incisión exclusivamente en el foco de la lesión y un seguimiento de la evolución de la lesión. La técnica es personalizada, adaptamos la técnica a cada paciente.
Está avalada científicamente, nuestros resultados nos respaldan.
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La Electrólisos Percutánea Intratisular (EPI®) es una técnica de fisioterapia mínimamente invasiva que consiste en la aplicación de una corriente galvánica a través de una aguja similar a las utilizadas en acupuntura, que al entrar en contacto con el tejido dañado produce una reacción química (lisis) del tejido fibrótico degradado, favoreciendo una respuesta inflamatoria adecuada, la fagocitosis, que estimula la regeneración y/o curación del tejido afectado, mejorando los resultados y reduciendo el tiempo de recuperación.
Beneficios que aporta respecto a otros tratamientos
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Es un tratamiento local en el lugar de la lesión. Con la ayuda de la ecografía se aplica de forma directa sobre el tejido alterado y/o degradado.
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Logra reparar el tejido afectado, la EPI es capaz de poner en marcha un proceso de proliferación del tejido colágeno que está desestructurado en estos procesos.
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Las modificaciones en la estructura y en el comportamiento mecanobiológico del tejido blando son inmediatas y en tiempo real.
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La efectividad es alta respecto a los tratamientos convencionales de fisioterapia (ultrasonido, Cyriax, ondas de choque, etc.) o médicos (fármacos, infiltraciones o cirugía)
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La frecuencia de recaídas es baja.